Votaciones en Nicaragua: Un proceso ilegal e ilegítimo

Se acaba de presenciar un proceso electoral que no cumplió con los estándares internacionales de calidad electoral. Se violó la Constitución Política y la Ley Electoral nicaragüense, así como los convenios internacionales en materia de derechos humanos y políticos firmados y ratificados por el Estado de Nicaragua. Por tanto, los resultados de estas elecciones no gozan de la legitimidad y legalidad que los nicaragüenses exigimos previamente.

Un día antes de las votaciones se realizó una redada por parte de agentes de la policía del régimen, contra opositores. Más de 20 nicaragüenses fueron arbitrariamente e ilegalmente encarcelados; entre ellos, líderes y dirigentes municipales y enlaces territoriales de la Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia. De igual forma, esa noche se reportaron asedios, hostigamiento, acoso, amenazas y vigilancia por parte de la policía y grupos afines al gobierno contra ciudadanos opositores en todos los municipios de Nicaragua. Estas actividades represivas por parte del régimen continuaron este 7 de noviembre.

Al iniciar la jornada de votaciones, se hizo sentir la poca participación del pueblo nicaragüense, aunque se reporta que el partido de gobierno coaccionó a trabajadores del Estado y beneficiarios de sus proyectos sociales, para que asistieran a votar.

Durante la jornada de votaciones se reportó que militantes y funcionarios del partido de gobierno, movilizaron a la ciudadanía a los Centros de Votación; abusando de los recursos del Estado. Se violó el silencio electoral, pues militantes y funcionarios del partido de gobierno; realizaron campaña y llamaron a votar por su partido desde las casas de operación y en los medios de comunicación propiedad de los hijos de la pareja, medio estatal y del partido.

Se recibió denuncias de que en las juntas receptoras de voto una amplia mayoría de miembros de mesa y fiscales eran militantes del FSLN, incluso aquellos que decían representar a otros partidos (PLC, PLI, ALN, APRE y CCN). Lo mismo sucedió con los coordinadores de los Centros de Votación, los policías electorales, los jefes de zona y los jefes de ruta electoral. Por no mencionar que desde inicios del proceso electoral se ha denunciado que el Consejo Supremo Electoral está controlado por el régimen en sus estructuras de mayor jerarquía como son los magistrados electorales y las estructuras intermedias como son los Consejos Electorales Regionales (CER), Consejos Electorales Departamentales (CED) y los Consejos Electorales Municipales (CEM).

Felicitamos al pueblo nicaragüense que decidió no avalar el montaje del Consejo Supremo Electoral quedándose en sus casas. Un pueblo que demuestra su civismo y necesidad de expresión democrática esperara a tener la opción más viable para la democracia, la libertad y la justicia para salir masivamente a votar. La Alianza Cívica no cesará de sus esfuerzos por buscar una salida cívica, pacífica e institucional a la grave crisis de derechos humanos que vive Nicaragua.

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