Desde finales de enero 2020 la OMS declaró que -la ahora llamada COVID-19- era una emergencia de salud pública de importancia internacional, según el contenido del Reglamento Sanitario Internacional (RSI) y en atención a las recomendaciones del Comité de Emergencia del RSI, la mayoría de países en el mundo adoptaron las recomendaciones de la OMS y convocaron a la comunidad de actores sanitarios para la elaboración y puesta en marcha de planes nacionales, así en Centroamérica todos los países implementaron medidas de alcance nacional de consenso entre instancias gubernamentales y no gubernamentales, a excepción de Nicaragua, en que no hubo convocatoria de actores y tampoco la existencia de un plan ni -consecuentemente- la adopción de las recomendaciones de la OMS.
Ante los destellos de respuesta de las autoridades sanitarias en el país que -además de erráticos fueron tardíos- instancias de carácter académico y gremiales se expresaron ante la opinión pública y adoptaron diferentes papeles para contribuir a llenar los vacíos.
Unidad Médica Nicaragüense (UMN), logró organizar una respuesta coherente técnicamente con las recomendaciones de la OMS:
I. Primeras acciones de UMN ante la COVID-19:
A través de 5 comunicados divulgados por UMN entre el 23 de marzo y el 1 de junio del 2020, nuestra organizaciónpresentó una propuesta de acción ante la COVID-19 dirigida al Gobierno de Nicaragua, a las fuerzas políticas, al sector privado, a los medios de comunicación y a la ciudadanía en general.
En dichas comunicaciones se brindó alrededor de 25 recomendaciones al Gobierno, enmarcadas en los ocho pilares de abordaje propuestos por la OMS a nivel mundial. El Gobierno falló en cumplir las acciones clave en los 8 pilares de la respuesta. También con su actitud negligente, el Gobierno de Nicaragua violó, una serie derechos y deberes fundamentales establecidos en la Constitución Política.
Este actuar negligente trajo consecuencias negativas para la población nicaragüense.
II. Consecuencias de la inadecuada respuesta del Gobierno de Nicaragua ante la pandemia de la COVID-19
Algunas de las principales consecuencias de la deficiente respuesta del Gobierno de Nicaragua ante la COVID-19 podemos mencionar:
Casos y fallecidos por COVID-19: Al 17 de marzo del 2021 el Observatorio Ciudadano reporta:
- 13, 278 casos sospechosos en todos los departamentos y regiones autónomas del país (141 municipios).
- 3,009 muertes por neumonía o sospechosos de COVID-19.
- 885 trabajadores de la salud con sintomatología asociada o presuntiva de COVID-19.
- 117 muertes de personal de salud por sospechas de COVID-19.
Según registros de UMN, 50 de ellos son médicos.
Exceso de mortalidad: Según datos del Comité Científico Multidisciplinario, en el 2020 hubo un exceso de más de 7,600 fallecidos, la cual solo puede explicarse por la llegada de la COVID-19. Según los expertos es la primera vez que algo así ocurre en Nicaragua en 25 años.
Despidos:
- Por exigir sus derechos en el contexto de la COVID-19, se conoce de al menos 28 trabajadores de la salud despedidos entre el 2020-2021.
Impacto económico:
- Empresas cerradas, miles de personas en el desempleo, incremento del gasto de bolsillo en salud, entre otros. El gobierno no ha implementado, ni coordinado medidas de apoyo a familias, que se realizan en otros países, tales como la indemnización de desempleados por cierre de negocios, suspensiones y moratorias en pagos de préstamos, y de apoyo a sectores y empresas más afectadas como turismo, hotelería, pequeños negocios. No se han hecho ajustes a las políticas macroeconómicas, fiscales, monetarias, financieras y cambiarias, manteniéndose en un estado de total indiferencia.
III. Respuesta de Unidad Médica Nicaragüense:
A pesar de sus limitados recursos Unidad Médica Nicaragüense, dio respuestas a las necesidades de la población en los siguientes aspectos:
- Dotación de equipos de protección personal y de desinfección a 6,000 médicos, enfermeras y auxiliares de enfermería en 10 departamentos. Esos kits de protección contenían: caretas faciales, guantes, bata quirúrgica, mascarillas N95, jabón líquido o alcohol gel/alcohol líquido.
- Se distribuyó 85 oxímetros de pulso a médicos.
- Donado kits de protección y de desinfección a 4,200 líderes comunitarios y pacientes. Cada kit contenía mascarillas quirúrgicas, jabón líquido o mascarillas reusables, jabón de barra, alcohol líquido.
- Capacitado a 45 recursos médicos en COVID-19 y tele consejería.
- A través de la página web de UMN y redes sociales se divulgó infografías sobre prevención del COVID-19 y el servicio de tele consejería
- Se elaboró 3 documentos técnicos de salud mental sobre COVID-19 y el adulto mayor.
- Desarrollo y uso de aplicación de tele consejería
- Se realizó aproximadamente 13,400 consultas médicas principalmente para atención de pacientes con sospecha de COVID-19:
- 2,100 presenciales,
- 1,330 por telemedicina,
- 10,000 por tele consejería
A un año de la pandemia, la población aún no tiene acceso a información veraz acerca de la pandemia; no puede realizarse libremente las pruebas de laboratorio para covid, ni las pruebas de anticuerpo; no existen normas terapéuticas acordes con los avances de la literatura médica; no se diagnostican, ni registran adecuadamente las atenciones ambulatorias, los egresos hospitalarios, ni las defunciones. El gobierno sigue promoviendo eventos masivos e ignorando las medidas preventivas básicas como el uso generalizado de mascarillas y el distanciamiento social.
IV. Vacunación:
El 14 de enero, el Gobierno informo que planea vacunar al 55% de la población, sin embargo, dos meses después se desconoce el avance del plan de vacunas a la fecha.
Considerando que la vacunación oportuna y adecuada es parte del derecho a la salud, debe ser gratuita y accesible en el menor tiempo posible, para evitar los riesgos a la salud, exigimos al Gobierno de Nicaragua que:
- informe de las acciones en curso para gestionar las vacunas y los avances en su aplicación
- desarrolle un plan de vacunación universal y agresivo para cubrir a toda la población nicaragüense mayor de 16 años,
- acelere la vacunación, priorizando en el tiempo a los grupos más vulnerables
- vacune inmediatamente a todos los trabajadores del sector, sean del sector público, privado o de sociedad civil
- comunique a la población general los procedimientos para acceder a las vacunas de forma ordenada y segura.
Recomendamos a la ciudadanía que mantenga las medidas de prevención: lavado de manos, uso de la mascarilla, distanciamiento social y quedarse en casa al máximo.
A un año de la pandemia UMN reitera su compromiso con el pueblo nicaragüense y en particular con el gremio médico y los trabajadores de la salud.
CONSEJO DIRECTIVO NACIONAL