Hoy 24 de diciembre, nos unimos en un enorme abrazo con el pueblo de Nicaragua, con la esperanza cierta de que pronto acabará la zozobra, el terror, la opresión, el sufrimiento de los prisioneros políticos, la separación de las familias y la tristeza en que el opresor ha sumido al país.
Rogamos en esta víspera de la Navidad porque llegue una era de justicia, paz y libertad. Hemos sufrido; pero mantenemos el ánimo y la capacidad para construir la Nicaragua que soñamos, para vivir en libertad.
Desde la Alianza Cívica pedimos que juntos cumplamos tres tareas primordiales:
- Superar las tensiones y divisiones, sobre la base de los principios y valores que alimentan lo mejor de nuestra convivencia cívica y pacífica.
- Sumar todas las voluntades en un solo haz para resolver los grandes problemas de la Nación.
- Redoblar esfuerzos para la construcción pronta y sostenible de una Nicaragua democrática.
Llegamos a esta Navidad viviendo tiempos difíciles, que van desde el terror que provoca el Estado, hasta el temor que sigue generando la pandemia; desde la indetenible represión del régimen contra quienes anhelan justicia y libertad, hasta la crisis que se agrava con el desempleo, los bajos salarios, la falta de alimentación digna, el acceso a la salud y educación de calidad y el aumento imparable del precio de los combustibles, del gas butano, el queso, el aceite y demás productos de la canasta de bienes y servicios.
Necesitamos otro tipo de gobierno, un proyecto de Nación basado en un amplio entendimiento y la solidaridad de los nicaragüenses con quienes más han sido vulnerados.
Sabemos cual es el camino por seguir. Sirvamos al interés común. Actuemos con generosidad. Unámonos a través del diálogo y la acción mancomunada, y el cambio que deseamos llegará.
En esta Navidad nos manifestamos convencidos de que Nicaragua pronto cambiará para bien. Ganaremos la libertad, saldremos de la cárcel en que han convertido nuestro bello país, y transitaremos nuevos caminos, a los que ningún nicaragüense temerá.
Al desearle lo mejor a cada nicaragüense, en este 24 de diciembre, reconocemos la valentía de tanta gente para luchar por un futuro mejor.
¡Gloria a Dios en los cielos, y paz en la tierra a los hombres de buena voluntad!