Hoy se cumplieron 48 horas del secuestro ilegal y arbitrario de los 13 nicaragüenses miembros de la Unidad Nacional Azul y Blanco, organización de la que somos parte- mientras visitaban a las madres de presos políticos que están en huelga de hambre como parte de su campaña Navidad sin presos políticos en la Iglesia de San Miguel de Masaya en compañía del Padre Edwin Román.
Los 13 secuestrados no han cometido delito alguno y demandamos su inmediata liberación. Fueron capturados ilegalmente, ya que no tenían ninguna orden judicial. No hay delito alguno porque dar agua en una iglesia y/o visitar a madres en huelga de hambre y a un sacerdote que las acompaña tampoco lo es. Tampoco han cometido “actos de relevancia nacional” como se señaló en su momento y tampoco esos actos están tipificados en Código Penal. Ellos deben ser puestos en libertad inmediata como lo mandata las leyes y la Constitución Política en su Artículo 33, numeral 2.2. Desde ya rechazamos cualquier acusación que se les pueda imputar.
La constante ilegalidad y asedio que sufre el Padre Edwin Román y las madres que están dentro de la Iglesia San Miguel de Masaya debe parar. Están atentando a la libertad de culto, impidieron la eucaristía, no dejan entrar a feligreses para atender misa, ni para solidarizarse con ellos y los últimos días ha sido asediados e intimidados por fuerzas policiales y parapoliciales. Todo esto, también viola la Constitución Política de Nicaragua.
La huelga de hambre no es un delito, es un recurso de lucha no violenta usado por décadas. En 1943 el líder indio Mahatma Gandhi lo usó; en historia reciente ha sido usado por diversos líderes y activistas que demandan cambios. No se conoce de ningún caso en el que se obstaculice el acceso de los enseres básicos para los huelguistas.
Históricamente la solidaridad ha sido uno de los principales valores de la ciudanía nicaragüense y lo ha demostrado en repetidas ocasiones. Ha sido y es una constante en Nicaragua y nada, ni nadie podrá cambiarnos.