Asumimos la responsabilidad de seguir trabajando por la unidad incluyente

La Alianza Cívica asume el reimpulso de la unidad, de una unidad amplia e incluyente, donde estemos todos. Buscamos dar un salto cualitativo con la oposición unificada, con credibilidad y legitimidad, para que se pueda convertir en la alternativa que necesita Nicaragua frente la dictadura. Somos constructores de los procesos de que han llevado a la conformación de diversas plataformas que encaminen los espacios de alianzas, coaliciones y organizaciones. Creemos firmemente que la unidad y acción conjunta de todos los sectores sociales y políticos del país es indispensable para hacer frente a la dictadura de Daniel Ortega y alcanzar la libertad, la Justicia y la Democracia que hemos venido demandando desde abril de 2018.

Comprometidos con las salidas pacíficas y por vías democráticas, articulamos la conformación de la Coalición Nacional, de la cual hemos sido promotores. Sin embargo, impulsar esta iniciativa no ha sido fácil, pues en medio de los esfuerzos y propuestas realizadas hasta ahora, ha prevalecido el muro de una política tradicional, que se resiste a dar paso a nuevas generaciones de líderes e ideas y el afán de organizaciones políticas tradicionales de no abandonar viejas prácticas antidemocráticas, impositivas, cayendo en las discusiones sectarias y conflictos internos estériles, así como la política de la descalificación, convirtiendo este proceso en un camino lento y potencialmente desesperanzador para una ciudadanía ansiosa de conseguir su libertad.

El tiempo transcurrido desde la creación de la Coalición Nacional y se pone de manifiesto, que, si ésta se convirtiera en una plataforma electoral para ir a las elecciones, bajo el diseño actual no tendría el respaldo suficiente de la ciudadanía para ganar a la dictadura. Y dado que tampoco se ha impulsado una dinámica para llegar a acuerdos con otras organizaciones de la oposición que no están en la Coalición Nacional, es evidente que hay que buscar otros caminos nuevos que permitan aglutinar a todas las fuerzas democráticas de la oposición que quieran ir a las elecciones para poder ganarlas.

Esta situación nos hizo tener que tomar un proceso de reflexión y de discusión a lo interno de todas nuestras estructuras, con diferentes actores de la política nacional, sectores sociales y los gremios que integramos la Alianza Cívica. Como resultado de este amplio proceso hemos tomado la decisión de sostener cordial y constructivamente las relaciones y esfuerzos bilaterales con la Coalición Nacional y cada una las organizaciones que la integran, pero cesar nuestra participación en el esquema del Consejo Nacional y las demás instancias que la conforman. Y por eso nos salimos de la Coalición Nacional, para impulsar una plataforma política y electoral unitaria e inclusiva que permita aglutinar a todas las organizaciones democráticas de la oposición para plantarle la cara a la dictadura, y abrir un nuevo tiempo en Nicaragua de democracia, libertades y progreso social. 

Desde la Alianza Cívica pensamos que la unidad no puede ser ficticia ni instrumental al servicio de algunos partidos para mantener cuotas de poder. Pensamos que la unidad tiene que ser un instrumento útil y eficaz para ganar al Régimen gobernante e impulsar nuevas formas de hacer política, basadas en principios éticos y democráticos, donde la transparencia y la participación sean la seña de identidad que la oposición presente como aval, para que la gente entienda que queremos hacer las cosas mejor y de forma diferente a como se ha hecho en el pasado.

Hemos apostado, apostamos y apostaremos por la máxima unidad de toda la oposición, pero queremos hacerlo sobre bases sólidas, con un proyecto de país y unos objetivos compartidos, y una estructura organizativa que permita ganar bajo cualquier escenario político a la dictadura.

Como Alianza Cívica tenemos la obligación moral ante los nicaragüenses de continuar trabajando por el restablecimiento pleno de los derechos y garantías de la ciudadanía, la liberación definitiva de los presos políticos, la exigencia del retorno con condiciones y seguridad de los exiliados; así como, con el proceso de justicia. También, con un proceso de reformas electorales, que conlleven a un cambio de Sistema en el Consejo Supremo Electoral, cambio de Magistrados, para garantizar que existan las condiciones habilitantes como lo solicita la reciente Resolución de la Secretaria General de los Estados Americanos el pasado 21 de octubre en su Asamblea Ordinaria.

Llamamos a unirnos en forma concreta alrededor de la lucha cívica para alcanzar reformas electorales, como las demandadas por la OEA, y que habiliten la realización de elecciones libres. Esto sería un gran ejemplo de unidad de todos los nicaragüenses que aspiramos a un sistema democrático. Estas reformas, y el cumplimiento de los acuerdos que firmó la dictadura con la Alianza Cívica los días 27 y 29 de marzo de 2019, son condiciones necesarias para garantizar un proceso electoral libre, que garantice la voluntad popular expresada en el sufragio universal.

Iniciaremos a la brevedad un proceso de diálogo político con todas las fuerzas sociales y políticas del país que queremos una democracia, para ir sentando las bases de lo que sería la alternativa frente al régimen, la propuesta de los sectores democráticos, una opción de todos, que luego, si hubiese reformas electorales profundas y elecciones libres y transparentes, enfrentemos en las urnas a Ortega bajo una sola casilla electoral, que nos una a todos los nicaragüenses, dando un paso importante en la construcción democrática a que aspiramos para un mejor futuro de todos los nicaragüenses.

Reiteramos que, seguiremos trabajando para salir de esta dictadura y conquistar nuestra libertad. Para lograrlo tenemos que demostrar a la ciudadanía nicaragüense que trabajamos juntos y unidos, pensando en sus problemas y preocupaciones, ofreciéndoles esperanza y garantías de que van a poder desarrollar un proyecto de vida digno.

Confiamos en que estas nuevas circunstancias nos permitirán sostener relaciones bilaterales, salir del actual impase y agilizar el proceso de seguir sumando esfuerzos a todos los niveles para lograr el objetivo que nos une: luchar por una reforma electoral integral y la realización de elecciones libres, transparentes y competitivas en las que como es clamor nacional podamos participar en una alianza, unidad y fuerza organizada nacional para derrotar a la dictadura y conquistar nuestra libertad.

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