Esta semana la dictadura de Ortega y Murillo está exhibiendo con fines propagandísticos a los presos políticos que ha mantenido injustamente encarcelados por más de un año. Con estos actos, está pretendiendo humillarlos, pero ha conseguido lo contrario; pues los presos políticos han dado lecciones de resistencia y dignidad que han esperanzado y moralizado a todo el pueblo nicaragüense. Estas exhibiciones son la más clara evidencia de las graves violaciones a las que están siendo sometidos por parte de la dictadura.
Los presos políticos reciben torturas físicas y psicológicas, tratos crueles e inhumanos en “El Chipote”, que es un centro donde se cometen graves violaciones a los derechos humanos. Se encuentra en condiciones de aislamiento e incomunicación. Su alimentación ha sido restringida. Se les ha arrebatado el derecho a estar con sus familias. Constantemente reciben malos tratos y humillaciones. Los juicios se han caracterizado por graves violaciones a los derechos y garantías del debido proceso. Todo el sistema de (in) justicia ha funcionado como un pelotón de fusilamiento judicial bajo las órdenes de Ortega y Murillo.
Nuestros presos políticos nunca debieron ser encarcelados, juzgados y condenados, pues no han cometido ningún delito. Amar a Nicaragua y luchar por su libertad, justicia y democracia no es un delito, es un deber de todos los nicaragüenses que amamos nuestro país. ¡Son inocentes! Deben ser liberados de forma inmediata, definitiva y con garantías.
Lo que cuenta no es la fuerza del cuerpo, sino la fuerza del espíritu. Si ellos resisten y siguen firmes; nosotros también seguiremos en la lucha y organizarnos es nuestra tarea.
Reafirmamos nuestro compromiso para continuar la lucha por la libertad de los presos políticos y de toda Nicaragua.