La Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia desde el inicio ha planteado el diálogo como una salida pacífica a la profunda crisis que atraviesa el país.
Ante la decisión de la Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN), procederemos de forma inmediata a llamar al pleno de la Alianza Cívica para reconsiderar nuestra posición en la negociación, teniendo siempre presente nuestro mandato: libertad y seguridad de presos; reformas electorales que garanticen unas elecciones adelantadas, justas, libres y transparentes; y justicia, reparación y no repetición.
Este impase en el que estamos es el momento para que el Gobierno demuestre su real y seria voluntad de la necesidad de un ambiente de paz para Nicaragua. La libertad no espera por eso demandamos:
- Liberación de los presos políticos
- Restablecimiento de las libertades y cese de la represión.
- Garantes nacionales e internacionales que otorguen credibilidad y legitimidad al proceso.
La ciudadanía nicaragüense demandamos una salida cívica y pacífica a la profunda crisis que estamos viviendo y el diálogo sigue siendo una opción. Por eso reafirmamos nuestra demanda de libertad, democracia y justicia.
El proceso del diálogo conlleva a reflexionar y tomar opciones. Siempre supimos que sería complejo y con grandes retos. Nicaragua se merece una solución pacífica es por eso que apostamos por este Compromiso por la Justicia y la Democracia.
Es a través del diálogo que podemos garantizar de manera pacífica el restablecimiento de las libertades públicas que el centro de nuestra agenda:
- Liberación y seguridad de los presos político, y restablecimiento de las libertades, derechos y garantías, establecidos por la Constitución Política.
- Reformas electorales que garanticen unas elecciones adelantadas, justas, libres y transparentes.
- Justicia.