La resolución aprobada por la Organización de Estados Americanos “Restableciendo las Instituciones Democráticas y el Respeto a los Derechos Humanos en Nicaragua a través de Elecciones Libres y Justas” fue aprobada por la organización con 20 votos a favor y 2 en contra, Nicaragua, como habría de esperarse, y San Vicente y las Granadinas, una isla del Caribe.
Así de aislado está quedando el régimen de Ortega Murillo, gracias a su manejo equivocada de la política interna, luego que más del 90 por ciento del Parlamento Europeo una semana antes votara a favor de una igualmente fuerte resolución que amenaza con sanciones al Presidente y la Vice Presidenta del país, y con la suspensión de Nicaragua del Acuerdo de Asociación (ADA) con la Unión Europea. Países de la izquierda democrática como Argentina y Méjico curiosamente, se abstuvieron de votar en contra de esta resolución en la OEA, lo que es un mensaje claro de ese aislamiento hasta de potenciales aliados ideológicos del régimen.
Esta resolución llama a realizar reformas electorales, tener observación electoral internacional, y establece un plazo a mayo para completarlas, de cara a las próximas elecciones de noviembre del 2021. No asumir estas reformas esenciales que se enumeran en la resolución, como el restablecimiento de las condiciones para elecciones creíbles y transparentes, incluido el cumplimiento de los acuerdos firmados en marzo del 2019 con la Alianza Cívica, que incluye la liberación de todos los presos políticos, allana el camino para una resolución de ilegitimidad con sus implicaciones. Esto significa que para diciembre a más tardar, se deberá tener una propuesta aprobada de reformas electorales. Consideramos importante que no se le siga dando largas a la incertidumbre con la que viven los nicaragüenses acá y en el exilio, y ya sepamos de una vez, si este régimen apostará a una salida cívica y pacífica por la vía electoral, o se arriesga a adoptar el camino del fracaso y el rechazo de todos, nacional e internacionalmente.
La Alianza Cívica interpela a la región centroamericana a jugar su papel y respaldar los principios de la Carta Democrática Interamericana de la OEA y coadyuvar a propiciar la salida a la crisis política por la vía cívica y pacifica mediante reformas electorales. Nos llama la atención la abstención de Guatemala y Honduras en el caso de esta importante resolución de la Asamblea General. Se requiere firmeza y claridad ante la inestabilidad que Nicaragua le está causando y le podrá causar aún más en el futuro a la región, de no resolver su crisis política satisfactoriamente.
Los nicaragüenses agradecemos a los 20 países que apoyaron decididamente esta resolución e instamos al régimen a que en vez de rechazar esta interpelación y oferta de apoyo, que más bien nos encaminemos con el respaldo técnico y político de la OEA, a emprender las reformas electorales y restablecer los derechos constitucionales de los nicaragüenses.
La Alianza considera que el Grupo Promotor de las Reformas Electorales puede interactuar con total propiedad con los expertos de la OEA para la discusión de las reformas y apoyar la implementación necesaria. Esperemos que el régimen de una vez modifique su posición de intransigencia por el bien de todos los nicaragüenses.
