La Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia se une a la conmemoración del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer; sobre todo la que sufren las mujeres de Nicaragua. Hasta el 19 de octubre de 2020, las organizaciones de mujeres contabilizan 69 femicidios en lo que va del año.
Como causa principal de los asesinatos de mujeres y niñas se identifica el predominio de una sociedad desigual y violenta, que experimenta simultáneamente la pandemia de coronavirus, el deterioro de los derechos humanos y la crisis sociopolítica.
A la Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia, le preocupa el beneficio de libertad que el Estado de Nicaragua ha dado a 23,367 reos comunes desde 2018, incluidos agresores sexuales y femicidas. Este es un mensaje de impunidad a otros hombres -agresores y femicidas-para que cometan esos crímenes.
En este Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer debemos reconocer que la participación de las mujeres ha sido fundamental en la movilización ciudadana antes y durante la crisis que estalló en abril de 2018. Entre los sectores claves que han mantenido activa la lucha cívica están las organizaciones de mujeres. Llegado abril de 2018, las mujeres se unieron a las protestas del pueblo en contra de la dictadura. Hoy, Juana Estela López Alemán, María Esperanza Sánchez García, Karla Vanessa Escobar y Celia Cruz siguen privadas de libertad por haber alzado su voz en contra de esta dictadura.
Desde la Alianza Cívica, visionamos una Nicaragua inclusiva donde la participación de las mujeres sea plena, donde sea protegida por el Estado y no perseguida, donde su voz sea escuchada y no silenciada, donde prevalezca la justicia y no la impunidad ante los asesinatos.
Reiteramos nuestro compromiso en la lucha contra la violencia –en sus múltiples formas – en el país que queremos. De forma especial, enfatizamos nuestro empeño para crear, desde ya, condiciones para que se trabaje efectiva y eficientemente en la eliminación de la violencia hacia las mujeres nicaragüenses, y para que las prisioneras políticas recuperen su libertad y sus derechos ciudadanos.
La cultura del silencio permite la impunidad. No nos callaremos. No nos callarán. ¡Ni una menos!
