La Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia expresa su más profunda condena por la negativa del Ministerio de Salud (MINSA) de permitirle a Monseñor Rolando Álvarez, Obispo de la Diócesis de Matagalpa a realizar acciones, junto con un grupo de médicos, de prevención y atención de la población frente al coronavirus.
La actitud arrogante e inhumana del régimen sólo demuestra la falta de humanidad frente a una pandemia que ha cobrado más de 70 mil muertos en el mundo. Los especialistas señalan que ante la inminente llegada de la pandemia a Nicaragua, es primordial establecer redes solidarias comunitarias, precisamente lo que Monseñor Álvarez está realizando, para hacerle frente al virus, reducir los contagios y salvar valiosas vidas humanas.
Ninguna autoridad puede pasar por encima del Juramento hipocrático de los médicos, que señala que el médico deberá desempeñar su profesión con conciencia y dignidad, siendo la salud y la vida, la prioridad.
Hacemos pública a la sociedad nicaragüense y la comunidad internacional, la irresponsable actitud del régimen, que lejos de promover las recomendaciones de los organismos internacionales, más bien se ha encargado de hacer lo contrario, y con esta última acción, incluso llegan a la prohibición de iniciativa solidarias de la comunidad.
Instamos a la sociedad nicaragüense, que a pesar de estas prohibiciones, siga de manera auto convocada haciendo caso a las recomendaciones de distanciamiento físico e higiene para poder reducir la curva de contagio y así salvar vidas humanas.