La Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia denuncia los actos de violencia perpetrados por fuerzas paramilitares en la Comunidad Masmaslaya, Prinzapolka, Región Autónoma del Caribe Norte, donde murieron tres personas, quemaron casas, y una Iglesia. Este hecho violento se dio debido a ventas del mismo terreno a dos grupos de colonos. Lo que evidencia el nivel de corrupción que impera en la región, pues las ventas de tierra en la Territorios Indígenas titulados están prohibidas por ley, además nadie que actúe con transparencia vende dos veces un bien.
Estos hechos de violencia se suman al historial de abusos, crímenes y asesinatos en contra de los pueblos originarios de la Costa Caribe, principalmente en decenas de comunidades indígenas invadidas con violencia, donde la gente no puede llevar a cabo sus actividades diarias que les permite costear la vida y reproducir su cultura. Las invasiones ilegales a territorios indígenas también contribuyen a la deforestación de los últimos bosques primarios del país, la pérdida de biodiversidad, la contaminación de suelos y ríos y el cambio del clima.
La violencia en la Costa Caribe demuestra que nada está normal y que la violencia crece cada día en todo el país. Reiteramos que es responsabilidad constitucional del Ejército de Nicaragua detener y desarmar a fuerzas paramilitares irregulares. Y reafirmamos nuestro compromiso con la Justicia y la Democracia en el país que nos permita recuperar el Estado de Derecho y reconstruir el contrato social, bases fundamentales para atender debidamente los grandes problemas del Caribe y el resto del país.