En la Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia repudiamos una vez más los actos de violencia en contra de ciudadanos que pacíficamente asistían en la Catedral de León a una misa en conmemoración al primer aniversario del asesinato del monaguillo Sandor Dolmus por fuerzas para-policiales.
Denunciamos ante la comunidad internacional el flagrante irrespeto a la libertad de culto y el atropello del que han sido víctimas los presos políticos liberados recientemente, en particular Bayron Estrada y Nairoby Olivas, quienes fueron golpeados ayer a pesar de la presencia de un cuerpo policial cómplice y de mostrar en todo momento una actitud cívica y pacífica.
El abuso perpetrado es muestra clara que el régimen, pretendiendo presentarse ante la comunidad internacional como respetuoso de los Derechos Humanos, continúa con sus prácticas represivas iniciadas desde abril del año pasado.
El uso de turbas violentas amenaza la Paz y convivencia pacífica de las y los nicaragüenses y es un método de represión que ya no amedrentará ni disminuirá el ímpetu de libertad de un pueblo que ya no tolera ni el abuso ni la represión.